En este momento estás viendo Un juego, una derrota

Un juego, una derrota

¿Cómo le digo a mi cuerpo que no te quiero?
¿Cómo le susurro a mi mente que no puedo?
¿Cómo le marco a mi corazón que sin ti estoy mejor?
¿Cómo?
¡Joder! Sé que no debo, pero no sé cómo hacerlo, eres mi inyección primera, en la que pienso siempre estará a mi vera.

Tú, solamente tú, mi primer pensamiento al despertar y mi último sueño al acostar. Tu frágil y delicado rostro, el dulce resplandor de tu mirada, el suave y tierno roce de tu piel.

Pero es que interiormente todavía es más difícil resistirse a tus encantos de mujer, una chica alegre, sencilla, divertida, que solo piensa en hacer el bien.

No puede ser, pero no sé qué más hacer para no caer a tus pies, porque cuando estoy sin ti, mi mundo no funciona, todo se detiene y ya no puedo avanzar.

¿Y ahora qué? Una vez que te digo lo que siento, todo lo que tengo dentro. No va a servir de nada, porque tú dices no sentir nada, que ya posees quien te caliente el alma.

Mejor no digo nada y me lo guardo otra vez, como siempre. Lo dejo todo tal y como estaba.

Separados, tú con tu inmensa felicidad, y yo con mi amor imposible. Jugando al juego del querer, sin tener ningún sentimiento claro. Jugando a un juego de niños del que siempre sale uno derrotado.

Estoy cansado de que siempre me toque a mí.

Película: «Tenías que ser tú»
Verás, cuando llegaron mis 60 segundos me di cuenta de que ya tenía todo lo que quería, pero nada de lo que necesitaba. Y creo que lo que necesito está aquí. He recorrido todo este camino, para comprobar si tú piensas igual, porque si es así… la verdad no tengo nada planeado y es algo nuevo para mí. Así que tengo que hacerte una propuesta: Te propongo que no hagamos planes. Te propongo que nos demos una oportunidad. Y dejemos que evolucione por sí solo. Bueno, ¿Qué me dices? ¿Quieres no hacer planes conmigo?

Película «Eclipse»
A los 5 años nos preguntaron que queríamos ser de mayor, y contestábamos cosas como astronauta, presidente… o en mi caso, princesa. A los 10 nos lo volvieron a preguntar y dijimos estrella de rock, vaquero… o en mi caso, reina. Pero ahora que somos mayores, creo que la respuesta que daríamos sería… ¿Quién cuernos lo sabe? No es momento de tomar decisiones rápidas; es momento de cometer errores, de subir al tren equivocado y extraviarse, de enamorarse, de cambiar de idea y volver a cambiar porque no hay nada permanente, así que cometed todos los errores que podáis y algún día cuando nos pregunten que queremos ser no tendremos que adivinarlo. Lo sabremos.

¿Qué te ha parecido?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Deja una respuesta