Como una triste frase cargada de sentimientos, como unas palabras sin sentido sacadas del corazón, vacío, abatido, deprimido, así estoy yo cuando no estoy contigo.
Porque una conversación seria con un par de copas de más, es algo complicado.
Porque intentar comprenderte cuando el aroma de tu perfume y el alcohol que corre por mis venas me aturde, algo más que complicado.
Cuando nos miramos se encendió la mecha, tú y yo, agarrados de la mano, dinamita pura que estaba a punto de estallar.
Al mirarnos lo comprendimos todo.
Con el más sincero y único papel de una situación verdaderamente difícil de explicar. Nos abrazamos, y juntos empezamos a andar. Caminamos a sabiendas de que pronto nos tendríamos que separar. Pero eso no importaba, paso tras paso, pisada tras pisada, marcamos en el suelo la silueta de amor de unos jóvenes que sin ningún tipo de razón estaban locamente enamorados.
No paramos a pensar, no paramos a mirar atrás. Jugamos como niños a descubrir eso que el mundo denomina amor. Yo, un simple joven de alocadas ideas, un muchacho lleno de buenas intenciones que decidió regalarte la llave de su corazón.
Tú, ufff, como describirte: Perfecta.
Creo que eres demasiado para mí, algo a lo que jamás podre aspirar, eres como esa luz que se ve al final de un túnel, como la llama que enciende y alumbra las noches más oscuras. Eres esa estrella que aun estando a miles de kilómetros es capaz de marcarme el camino hacia un futuro mejor.
Y aunque nuestra situación sea complicada, lo tengo claro, contigo y solo contigo es con quien quiero estar.
Porque un suspiro es, un beso que se piensa, pero nunca se da.
Yo quiero que no existan suspiros, no quiero que lo único que tengamos sea esa espiración de aire. Ojalá que todos y cada unos de los días que pasemos juntos, soñemos con algo más. Odio que lo más cercano que tengamos sea cuando compartimos la boquilla de una bebida que juntos vamos a tomar.
Y aquí es donde suelo reflexionar, donde suelo decir que todo está mal. El lugar donde me intento consolar, buscar una razón, una solución.
Pero hoy quiero repetir una frase que en el texto he escrito; «Porque un suspiro es, un beso que se piensa, pero nunca se da», es una frase sencilla, pero muy cierta.
Con todo esto quiero decir que si perseguís un sueño, por muy difícil que sea, jamás lo dejéis escapar, porque llegará el momento en que nunca lo podréis lograr.
