Comentándote mi vida desde el otro lado de la pantalla, pensando que puede llegar a algo más que a nada.
Como en otras historias de falsos amores y atrevidos desengaños. Cansado de llorar, de creer por un momento que podría ser verdad. Qué iluso fui al pensar por un momento, que podría ser una historia sin final.
REGLA Nº1 # NO ILUSIONARSE. ¿Por qué siempre lo hacemos?
Pensar que todo comenzó como un simple «Hola, ¿Qué tal?», y que poco a poco fue cambiando. A medida que pasaban los días los saludos se tradujeron en palabras más cariñosas y para cuando nos quisimos dar cuenta nos pasábamos el día entero diciéndonos «Te quiero».
Fue todo demasiado mágico, fue todo demasiado increíble, fue todo demasiado maravilloso.
Fue todo excesivamente deprisa y ahora estamos en el borde del abismo, rozando el límite del guion.
No sé ni como ni por qué nos dedicamos a la fantasía, jugando sobre la realidad. Tapamos los hechos con bellas palabras, sin pensar por un momento en que quizás no eran sentimientos verdaderos.
Los «Tengo ganas de verte» se cambiaron por silencios al otro lado del monitor. Me duele más que a nada pensar que algo ha cambiado, que no podremos volver a confiar, pensar que tal vez esto no tenga vuelta atrás.
Me siento a reflexionar que ha podido pasar, a intentar buscar una razón lógica que se escape a la actual situación de total austeridad. Imagino tu rostro sobre las baldosas del suelo y sueño a todas horas que quizá podamos dar la vuelta a esta historia que parece ser mortal de necesidad.
REGLA Nº2 # ILUSIONARSE. Porque es lo más bonito del mundo.
Pensar que todo comenzó como un simple «Hola, ¿Qué tal?», y que poco a poco fue cambiando. A medida que pasaban los días los saludos se tradujeron en palabras más cariñosas y para cuando nos quisimos dar cuenta nos pasábamos el día entero diciéndonos «Te quiero».
Fue todo demasiado mágico, fue todo demasiado increíble, fue todo demasiado maravilloso.
Fue todo excesivamente entrañable. Levantarme cada mañana sabiendo que una parte de mí está junto a ti.
Sentir que no estoy solo, que tus pensamientos se mezclan con los míos y me hacen más fácil el camino. Aquí, al otro lado del monitor, no sintiéndome solo.
Porque aunque el viento sople fuerte y sean momentos difíciles, la ilusión que ambos tenemos al final saldrá a flote, superando todos y cada uno de los problemas que se nos pongan por delante.
Tú serás mi ilusión, me gustaría saber si yo seré al menos un punto de tu alegría.
Hoy me pondré en ambas situaciones, probaré a intentar entender que todo y nada es posible. Que los agobios y las prisas no son buenas consejeras. Me pararé, tomaré aire y buscaré el modo de ver las cosas de otra forma. Que la ilusión nos marque el camino.
Sabes una cosa: Lo hago porque de verdad siento algo por ti.
