Porque la vida es todo y nada. Un gran cúmulo de momentos que en un futuro no serán más recuerdos.
No deseo que nadie me recuerde, solamente que estés tú.
Durante los años que me quedan de vida, ya sean diez, treinta, cincuenta o incluso ochenta, probablemente no llegaré a ser nadie conocido. No destacaré por haber inventado algo o por haber hecho nada especial. Simplemente, seré un chico normal, un muchacho corriente que dedico toda su vida a luchar para cumplir sus sueños.
Mi nombre será un conjunto de seis letras que pronto quedará en el olvido, puede que unos pocos de ahora me mencionen y quizás alguna próxima generación me recuerde. Pero no es eso lo que quiero, ya que no busco ni la fama ni la permanencia en las memorias de gente que jamás conoceré.
Solo quiero vivir el presente y dibujar un futuro. Jugaré a ser un niño que coge su cuaderno y pinta un bonito prado verde. En él pondré una casa con vista al mar y al lado pintaré un bonito jardín, con las más bellas flores. Por último, me gustaría dibujarnos a nosotros, bailando nuestra canción y rodeados por un hermoso corazón.
Deseo que tú seas la que me acompañe en este boceto coloreado.
Sé que estando a mi lado no serás la princesa que deberías ser, que jamás podre darte lo que mereces, que probablemente esté plagado de defectos y que no seré el príncipe azul con el que siempre has soñado. Pero te daré todo lo que está dentro de mi ser, mi alma será tuya y tendrás las llaves que abren la puerta de mi corazón.
Cambiaré las riquezas por caricias y las lujosas joyas por abrazos llenos de sentimientos.
Porque si tuviera tres caminos, siempre elegiría el que me lleva a ti.
¿Aceptarías este baile?
Porque adiós y hasta luego no tiene el mismo significado.
Tranquila, aguarda que pronto estaré junto a ti. Te quiero.
