En este momento estás viendo En busca de un nuevo horizonte

En busca de un nuevo horizonte

Me siento solo, me siento tristemente solo sin ti, sin tus abrazos, sin ese calor que me das cuando estás junto a mí.

Me transmites seguridad, confianza, optimismo y una larga lista de palabras positivas, que me ayudan a afrontar el largo y peligroso camino de la vida.

Eres tú, solamente tú, ese espejo en el que me miro cada mañana al despertar, ese cristal sin reflejo, fuerte y honesto sobre el cual organizas tu vida y que tanto me ayuda a avanzar.
Ya no sé ni lo que escribo, pienso que carece de sentido. No termino de entender si es correcto o erróneo, si está bien o está mal. Lo único que quiero, estar junto a ti.

Porque pierdo todo el sentido cuando tú no estás en mi camino, me desoriento en esta senda caminando sin ningún destino. Vagando por un mundo gris sin norte ni sur, sin vistas a ningún claro horizonte.

Te vas, me dejas, separados por la obligación de cruel destino. Todo lo que hemos construido, tú y yo, siendo dos personas tan diferentes.

Todos mis sentimientos sobre la mesa, para poder afrontar todos los males que se me acercan.
Todos y cada uno de ellos armados de coraje y valor para poder seguir dibujando un corazón en la orilla de aquella playa, en la que un día nos prometimos amor de verdad.

Algunas personas llevamos candados en el corazón que ni una vida entera es capaz de abrir, para permitirnos olvidar, a no ser que alguien tenga la valentía de quedarse a intentar abrirlo.

El pasado solo es la causa del futuro, que es su consecuencia. Si el futuro te da miedo es por algo que puedes mejorar en el presente. Para un futuro que te motive.

Pasan los minutos. Pasan las horas. Pasa algún día. Ha leído de todo. Ha hecho de todo. Pero resulta muy difícil escapar al propio silencio. Lo dijo hasta un sabio: Puedes escapar al ruido del río y de las hojas al viento, pero el verdadero ruido está dentro de ti.

Ese motor que te da fuerza, rabia, determinación. Ese motor que te da un motivo para volver a casa, para buscar otro gran éxito, para trabajar, cansarte, esforzarte, para alcanzar la meta final. Ese motor que, después, decide hacerte descansar justo entre sus brazos. Fácil. Mágico. Perfecto. Ese motor llamado amor.

¿Qué te ha parecido?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Deja una respuesta