En este momento estás viendo Nuestro diario

Nuestro diario

Como jóvenes idiotas que comienzan una conversión a la luz del atardecer en una playa, tú y yo dos inocentes muchachos que apenas sabían nada de la vida ni de todo lo que lo rodea.

Comenzó como un juego. Con un simple pero costoso beso tirados sobre la arena. Mi cuerpo y el tuyo, rozándonos, amándonos, deteniendo el tiempo a nuestro antojo.

Como en el diario de Noah, da igual el tiempo que pase, no importa cuanta gente haya por el medio, tarde o temprano todo vuelve a ser igual, porque no es algo que ni tú ni yo podamos controlar. Y aunque discutamos, nos dejemos de hablar y me digas mil y una veces que me odias, sé que nada va a cambiar.

Porque nuestros ojos están obligados a mirarse, porque nuestros cuerpos están obligados a sentirse y nuestras almas están y estarán eternamente unidas.

Yo construiré la casa de nuestros sueños, esa que un día sonábamos tener. En la entrada un precioso pórtico con un pequeño y acogedor balancín. También pondré un bello jardín lleno de flores, que cada mañana cuando amanezca y el sol se refleje en tu cara, respires la esencia en la brisa y sientas que otro día perfecto está a punto de comenzar.

Te esperaré, da igual el tiempo que pase, no importa, sé que tarde o temprano volverás, y continuaremos con esta historia de nuestra vida que capítulo a capítulo estamos empezando a formar.

Por un momento hecho la vista atrás, vuelvo al pasado y espero a que aparezcas una vez más.
Por un momento vuelvo a ver en marco de nuestra foto y siento que de mi lado no te irás jamás.

¿Qué te ha parecido?
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Deja una respuesta