Solos tú y yo, tumbados sobre la arena, viendo como las estrellas iluminan el cielo, escuchando como las olas del mar rompen el silencio del ambiente y sintiendo como la brisa del aire agita los árboles que descansan tranquilamente bajo el resplandor de la luna.
Estas letras podrían ser el comienzo de una bonita historia de amor, un mundo perfecto como en un cuento de hadas, de no ser porque, todavía sigo sin ti. Porque los dos sabemos que esto no va a pasar, son simples sueños que de mi cabeza no puedo sacar.
Porque sin tus besos no puedo saciar mi sed, porque sin tus caricias mi cuerpo tiembla de miedo y no sé cómo actuar, que hacer.
Me paro y pienso, escribo como me siento, dejo que mi mente me muestre palabras que mi pluma me escribe en el alma. Y aunque sienta que mi vida se ha detenido, que todo ha perdido el sentido, no importa, todo sigue igual, la vida no espera por un pobre chico con simples esperanzas de amor.
Me he dado cuenta de que los sueños son simples fantasías que nos llenan de ilusión, nos traen esperanza a nuestras vidas y no alegran cada momento. Pero eso, son simples sueños, sueños rotos.
Vivo con la esperanza de que algún día encuentre el camino hacia uno de mis felices sueños.
– Tengo miedo.
– ¿De qué?
– De no volver a ser nunca tan feliz.
No soy nadie especial. Solo soy un hombre corriente con pensamientos corrientes. He llevado una vida corriente. No me han hecho ningún monumento y mi nombre pronto quedará en el olvido. Pero según como se mire, he tenido mucho éxito como muchas otras personas en la vida. He amado a otra persona con todo mi corazón y eso para mí siempre ha sido suficiente.
